Imag nate un mundo sin culpa. Nadie es culpable de que no te guste tu trabajo. T no eres culpable de aquella decisi n que tomaste y que hizo fracasar tu negocio, simplemente era la mejor decisi n que sab as con la informaci n que ten as en ese momento. Tampoco hay culpa en ese abandono a los 18 a os del amor de tu vida. Imag nate un mundo sin reproches a tus padres... Ese mundo es posible y espero que este libro te ayude a ser parte de l...