Estoy a punto de cumplir los cuarenta. Es decir una mujer en sus mejores a os. Se supone que he vivido lo bastante como para entender de qu va la vida. Pero no. Sigo igual de ignorante que a los veinte. Entonces me gustaron mucho las novelas rosas. Esas en las que siempre se sabe que, como muy tarde en la p gina 25, se besan por primera vez. Luego, hacia la mitad de la novela, aparecen los problemas: la rival mucho m s guapa, l no se f a de ella,...