Tan dado era Don Sim n Bol var a singularizarse, que hasta su interjecci n de cuartel era distinta de la que empleaban los dem s militares de su poca. Donde un espa ol o un americano habr an dicho: Vaya usted al carajo , Bolivar dec a: Vaya usted a la pinga Hist rico es que cuando en la batalla de Jun n, ganada al principio por la caballer a realista que puso en fuga a la colombiana, se cambi la tortilla, gracias a la oportuna carga de un regimiento...