El palacio de Gravelinas, en un recodo imaginado de la vieja calle de San Bernardo, y la sombra del misionero Gamborena (al que Torquemada llama "San Pedro") recorriendo la mansi n, los gritos del hijo monstruoso y la inercia mortal de sus creadores ser n el f ustico escenario para la trama final. "Los personajes viven en una atm sfera de fr o y de nieve que se transforma en barro, chapoteando sin br o y sin nimo en un barrizal". Siguiendo el hilo,...