Bajo el c lido abrazo del sol en su zenit, la tarde de verano se convierte en un lienzo donde los sue os se entrelazan con la dulce melod a de la brisa. En este oasis de luz y color, el tiempo parece detenerse, invitando a los corazones a perderse en la magia ef mera de un atardecer que promete infinitas posibilidades. Los sue os de una tarde de verano se despliegan como las alas de una mariposa, llevando consigo la promesa de...