El amor no crece solo. Debe alimentarse cada d a con palabras de afirmaci n, afecto, confianza y di logo. Cuando dejamos que el rencor, la amargura y la falta de perd n se apoderen de nosotros, vamos matando el amor lentamente hasta producir un distanciamiento que se manifiesta con indiferencia, gritos, silencios que castigan y recriminaciones.
El perd n es el puente que facilita el di logo para recuperar la confianza, y fortalecer la...