La reflexi n ciceroniana sobre la amistad se constituye como uno de los grandes referentes que vinculan la virtud c vica y los intereses personales de realizaci n del ser humano en la comunidad. Recuperar el sentido de verdad, siguiendo el modelo est tico de la amicitia que propone Cicer n implica dimensionar en su forma m s trascendente la disposici n humana de la comprensi n hermen utica y la empat a con el semejante.