Alguna vez te has sentido devastado y las l grimas han bajado por tus mejillas, debido a que, una vez m s, le has fallado a Dios? Te prometiste a ti mismo que nunca m s caer as en el pecado. Rezaste por ello una y otra vez, pero ha vuelto a ti en el momento m s inoportuno, haciendo que retrocedas varios pasos. Podr s conseguir la victoria que tanto deseas? Tal como Aaron Davis y as como miles de pastores y millones de cristianos...