Eran poco m s que unos ni os cuando les impusieron aquel matrimonio, secreto y olvidado.
Descubiertos por la sociedad, no les quedo m s remedio que aliarse para sortear el esc ndalo.
Independientes y testarudos no se someter an f cilmente a la voluntad del otro.
Y mucho menos expondr an su coraz n en aquel matrimonio sin sentido.