La relaci?n entre el hombre y sus bestias se rige por beneficios mutuos, pero a?n as? ambos se encuentran con las mismas l?neas de dificultades que surgen de actividades como el sexo y la alimentaci?n. El ingenioso oportunismo del hombre ampl?a e intensifica su alimentaci?n sexual. Tanto el hombre como sus bestias luchan por obtener una estimulaci?n ?ptima del entorno, al que no es dif?cil adaptarse. Si los animales hablaran, los amantes de los caballos...