Las congregaciones saludables requieren un liderazgo saludable. Sin un liderazgo sano, las probabilidades de que una congregaci n crezca espiritualmente tanto como num ricamente, disminuyen en gran medida. Esta es la principal preocupaci n de esta serie: un liderazgo sano facilita una vida congregacional sana. Para garantizar la salud de las congregaciones, debemos prestar atenci n a la salud de nuestros l deres, los ancianos. Este libro intenta orientar,...