Los sue os son rojos. O verdes. O grises. Sara no logra distinguir los colores, pero tampoco los de la vida. Una b squeda traicionera en Internet la conduce a una curandera y pone su mundo patas arriba. Comienza a so ar con un extra o y una noche, aparece junto a su cama. Denik le habla del mundo de los sue os y de la princesa Cotolina, su encarnaci n. Qui n podr a resistirse a una f bula semejante y la posibilidad de vivir un amor on rico tan diferente...