-Eres maravillosos, Guillermo. Pero en algo te equivocas, la vida que anhelo desde que te conoc? es a tu lado. Lo dem?s, es accesorio. Lo ?nico que me hace sentir culpable es que por mi culpa perdiste tu t?tulo nobiliario.
-No te preocupes. Tengo el mejor nombramiento que podr?a desear-agreg? un sonriente Guillermo.
- Y cu?l es?--pregunt? este con curiosidad.
-Pr?ncipe de tu coraz?n, si lo aceptas, claro.
-Por supuesto mi alteza, mi Rey,...