Cuando el amor se asoma por la ventana del alma nos distrae y nos inquieta, pero hay veces que aparentamos indiferencia para no darle falsas esperanzas, despu?s toca la puerta del coraz?n y a veces nos lanzamos a dar vuelta a la cerradura para dejarlo pasar y otras tantas corremos a ponerle trancas para que no pueda ni siquiera meter un pie.En mi estado puro de inconsciencia y de poeta enamorado he seguido mis impulsos y tratado de re descubrir algo...