Durante treinta y dos siglos no he seguido ninguna norma, ni siquiera aquellas que Arestos, mi creador, tanto se empe aba en imponerme para mantenerme bajo su yugo. He sido terca, obstinada, y para qu mentir, un verdadero monstruo. He desatado el caos por todas partes, he matado impunemente a miles de inocentes para alimentarme y nunca he sentido remordimientos por ello. La alumna super con creces al maestro y as fue c mo me convert en una verdadera...