A finales del XIX, siglo de sue os y pesadillas para M xico, la pen nsula de Yucat n ofrec a dos caras de la realidad: por un lado, la esclavitud campesina subyugada por el cultivo del henequ n y, por el otro, el ideal de progreso y la promesa de prosperidad econ mica
Conocida en la poca como el «oro verde mexicano, esta especie de agave impuls el desarrollo de una poderosa agroindustria que sobrevivi hasta la invenci...