El d a de su cumplea os, Mateo recibe dos regalos maravillosos: una pelota y un cerdito. El cerdito se llama Barto, que de f tbol sabe poco, pero no importa: cuando Mateo sale a buscar con qui n jugar un partido, siempre lo acompa a. Porque eso es lo que haces cuando eres un cerdito futbolista.