Desde mi adolescencia existe una realidad que ha estado asechando mi vida y la de otros chicos como yo, desde que sali a la palestra p blica, despu s de su fatal descubrimiento. Nunca hab a tenido la oportunidad de enfrentarme cara a cara a ese peligro, hasta que lo conoc a l. l era el peligro, ambos lo intu amos; y desde que pos , en los m os, sus labios, todo fue mejor o peor, pero nada volvi a ser como antes y una embargadora confusi n me...