Graciela Montes te invita a pensar en esas cosas que solo pueden suceder en los cuentos, cuando lo grande grande y lo muy chiquito se entrelazan en una aventura. Había una vez un gato tan grande, pero tan grande, que no pasaba por ninguna puerta. Y también había un gato tan chiquito, pero tan chiquito, que lo confundían con una pelusa. Uno era muy famoso y los vecinos lo cuidaban. El otro no era conocido y nadie...