En este libro, su autor proclama que la vida "salvaje" no puede ser silenciada, sino que cuidadosamente atendida y reprimida, porque el pa?s tiene que ser disciplinado, educado moralmente y afinado en su sensibilidad para las normas ?ticas y pol?ticas modernas. Por una parte, Ortiz se armaba con las doctrinas de la escuela italiana de criminolog?a y derecho penal positivo; por otra, podemos observar que el marco conceptual del positivismo le resultaba...