Todo librillo tiene su enseñanza. El que el lector tiene en sus manos en particular se centra en la eterna interrogante: ¿Soy bueno o soy malo? La respuesta es compleja. Somos egoístas por instinto de conservación y eso nos hace parecer en ocasiones mala gente; pero la mayor parte del tiempo el ser humano tiende a la colaboración y se comporta de forma amigable. Los extremos son siempre dañinos y las obsesiones pueden llevar al desastre. Los personajes...