Los relatos m ticos, populares, hist ricos, religiosos, fant sticos, amorosos, humor sticos, picos o l ricos... y hasta er ticos, que desfilan por este conjunto de leyendas o legendario -que ese es el significado que ha de otorg rsele en este caso-, adem s de tener en com n la circunstancia de hundir sus ra ces en los distintos folklores del solar ib rico, ofrecen otra particularidad, o una novedad: se presentan sin censura ni autocensura, sin influencia...