En ese mismo momento, supe que mi nica intenci n era conseguir lo que ten a entre manos. Me daba igual morir en el intento, pero lo que me propongo, lo consigo, aunque la vida se me vaya en ello. Lucinda y Gerpelin llevan m s de cien a os desaparecidas, mucho menos que Lilian, y los elementos para tenerlo todo bajo control est n en paradero desconocido. El dios de la luna est detr s de todo y solo su derrota traer consigo la libertad...