S CRATES. -Baj ayer al Pireo con Glauc n, hijo de Arist n, para dirigir mis oraciones a la diosa y ver c mo se verificaba la fiesta que por primera vez iba a celebrarse. La Pompa de los habitantes del lugar me pareci preciosa; pero a mi juicio, la de los tracios no se qued atr s. Terminada nuestra plegaria, y vista la ceremonia, tomamos el camino de la ciudad. Polemarco, hijo de C falo, al vernos desde lejos, mand al esclavo que le segu a que...