Solo un escritor fino, sagaz, ir nico en su intento de comprender los m s ocultos rincones del alma humana y comprensivo en el retrato de sus defectos, como es L do Ivo, podr a haber compuesto una suerte de fresco siempre actual como es La muerte de Brasil. En estas p ginas L do Ivo concibe un personaje inmortal, a la altura de los que nos han brindado los cl sicos: un comisario de polic a empe ado en ejercer su oficio con limpieza, asaltado por el...