Cuando sufrimos muchas p rdidas dolorosas y fracasamos m s de lo que esper bamos, nos desorientamos y perdemos la esperanza. Dejamos de creer que podemos marcar una diferencia significativa en nuestro futuro. Hay muchas razones para ello, pero las m s importantes son la verg enza, la culpa y el miedo. Cuando decidimos buscar respuestas, los resultados suelen ser m s de las mismas emociones negativas. S lo quienes han experimentado ambos...