La marca de una vida gobernada por el Esp?ritu Santo es, que esa vida est? continuamente y cada vez m?s concentrada en Cristo, y que Cristo es cada vez m?s grande en esa vida conforme pasa el tiempo. El efecto de la obra del Esp?ritu Santo en nosotros nos lleva a la orilla de un inmenso oc?ano que se extiende mucho m?s all? de nuestro alcance, y ante el cual nos sentimos abrumados: "?Qu? profundidad, qu? plenitud de Cristo!" Si vivi?ramos tanto como...