En su ensayo Lo raro y lo espeluznante, Mark Fisher nos dice que la sensaci n de lo espeluznante tambi n surge si hay una presencia cuando no deber a haber nada. Una definici n rotunda en su sencillez. Casi una obviedad. Sin embargo, ya no nos resultar a tan naif si nos tocase vivirla; es decir, si esa presencia que no deber a estar ah est , sin lugar a duda, junto a las cortinas del sal n, o muy cerca de la cama donde duermen los ni os, incluso...