Desde el comienzo, esta genealog a nos invita a no desconocer la libertad de la que podemos disfrutar, pero al mismo tiempo el aguij n horaciano nos plantea un desaf o: no quedarnos en un an lisis inm vil, sino entender que, si es imperioso discurrir sobre la libertad, justamente en un mbito donde nos es posible pensarla, es porque en realidad no alcanza con que sea pensada: hacer uso de la palabra para traer al mundo aquello distante o inexistente...