Escritos con el coraz n en la mano y con un entusiasmo contagioso, estos ensayos nos muestran la belleza, complejidad, perfecci n, brillantez y exigencia del deporte preferido de Wallace. La belleza humana de la que hablamos aqu es de un tipo muy concreto; se puede llamar belleza cin tica. Su poder y su atractivo son universales. No tiene nada que ver ni con el sexo ni con las normas culturales. Con lo que tiene que ver en realidad es con la reconciliaci...