Tomo la pluma para daros una prueba innegable de que considero vuestros deseos como rdenes. Entonces, y por desagradable que sea mi tarea, volver a recordar esas escandalosas etapas de mi vida, de las que ya he salido, para disfrutar de todas las bendiciones que pueden otorgar el amor, la salud y la fortuna; estando a n en la flor de la juventud, y no siendo demasiado tarde para emplear los ocios que me proporcionan mi gran fortuna y prosperidad,...