A trav s de la escritura encontramos un recuento tras otro del Poder de Dios, y si nos detenemos a considerar la magnitud de ese poder, es alucinante. Normalmente leemos declaraciones tales como, la voz del Se or es poderosa; El gobierna por Su poder siempre; por Su poder l trajo el viento sur; Qui n conoce el poder de Tu ira; Grande es nuestro Se or, y poderoso; Todas tus obras te alabar n, Oh Se or