En la traves a del matrimonio, nos encontramos con una realidad fascinante y, a veces, desafiante: la convivencia diaria con una persona que tiene sus propios h bitos, rutinas y formas de ver el mundo. Cada relaci n es nica, y en cada una de ellas, los c nyuges traen consigo sus propias costumbres, horarios y maneras de hacer las cosas. Estas diferencias pueden ser fuente de enriquecimiento, pero tambi n de conflicto. La clave radica en c mo abordamos...