No s si el f tbol es como la vida, pero a veces se solapan. Todas las historias merecen ser contadas. Las del desamor y tambi n las derrotas. Un estadio como met fora de la existencia. A veces cosas que celebrar, las menos; otras veces tristezas, no tantas. Pero casi siempre silencio. El ruido de las m quinas que arreglan el c sped, el chasquido disciplinado de los escobones en las gradas, el acople del micr fono en la prueba de la megafon a...