Todas las creencias religiosas tuvieron un comienzo. Alguien, en alg n momento, en alg n lugar, surgi la idea. Puede haber sido una epifan a, una invenci n de necesidad, o simplemente una idea descabellada. Independientemente de la fuente de inspiraci n, una persona o un peque o grupo de individuos semejantes produjeron un germen de una idea que floreci en una potencia dise ada principalmente para alg n tipo de beneficio, para manipular o controlar...