Todo oficio -igual que cualquier hecho- oscila entre el honor o la ruindad. De acuerdo a c?mo se practique, honra o envilece al trabajador. El "ha-cer" -como lo indica su articulaci?n- debe llevar al "ser". La enajenaci?n es resultado de la disociaci?n entre ambos t?rminos. El teatro ejecutado sin el compromiso del alma, sin la alianza del fuego con ella, sin la participaci?n de una justa inteligencia, en el mejor de los casos es exhibicionismo. Aquello...