Muchas veces me comporto como si estuviera tratando de validar mi existencia. En el fondo, s? que algo anda mal. El mundo est? roto, y yo tambi?n. C?mo puedo ser arreglado? Mis intentos a trav?s de proyectos de autojustificaci?n no alivian mis ansiedades. Pero Dios me sorprendi? por gracia cuando me di cuenta de que ?l hab?a provisto la soluci?n a mi problema en Sus dos palabras: la ley que me condena por mi pecado y el evangelio que me justifica...