Su particular forma de decirme adi?s retumb? en mi coraz?n durante una semana. Perdida en el abandono de mi ?ntegra soledad, colision? con un enorme trance que me provoc? la agon?a de un nuevo terror que cambiar?a mi vida. De regreso al imperio me encontr? con un hombre que me mir? a los ojos, entonces supe que ya no ?ramos los mismos. Tanto el l?der como yo caminamos juntos de la mano por la ?nica traves?a que siempre nos hab?a guiado hacia nuestro...