Apenas muerto S crates, su disc pulo Crit n cree que debe cumplir su ltima voluntad sacrificando un gallo al dios Asclepios o Esculapio. Encuentra un gallo en la calle, que hu a de casa de su enemigo dial ctico, el sofista Georgias. Crit n no perdona al gallo ni porque este sabe hablar y expone razones que interpretan las ltimas palabras de S crates como iron a.