Daban en Madrid, por los fines de julio, las once de la noche en punto, hora menguada para las calles, y, por faltar la luna, juridici n y t rmino redondo de todo requiebro lechuzo y patarata de la muerte. El Prado boqueaba coches en la ltima jornada de su paseo, y en los ba os de Manzanares los Adanes y las Evas de la Corte, fregados m s de la arena que limpios del agua, dec an el Ite, r o es, cuando don Cleof s Leandro P rez Zambullo, hidalgo a...