Luch bamos por el bando incorrecto de una guerra que no pod amos ganar, y ese era el lado bueno de la historia. Los Rujarras atacaron el D a de Col n. Hab amos navegado con inocencia por el cosmos en nuestra peque a canica azul, como si fu ramos nativos americanos en 1492. Varias naves aparecieron en el horizonte, representantes de una cultura agresiva y avanzada y, zas , los viejos d as en los que los humanos nos mat bamos unos a otros se fueron...