Magn fico es el Alc zar con que se ilustra Sevilla, deliciosos sus jardines, su excelsa portada rica. De maderos entallados en mil labores prolijas, se levanta el frontispicio de resaltadas cornisas; hay en ellas un letrero donde, con letras antiguas, don Pedro hizo estos palacios, esculpido se divisa. Mal dicen en sus salones las modernas frusler as, mal en sus soberbios patios gente sin barba y ropilla. Cu ntas apacibles tardes, en la grata compa...