El prop sito de Dios es que la vida de los cristianos y de la iglesia sea diferente a la vida de los inconversos. Los cristianos y la iglesia deben ser «sal y luz . Preparar a l deres espirituales que tengan la gracia, la credibilidad y la sabidur a para lograr tales cambios demanda m s que transmisi n de conocimientos. Equipar para un ministerio transformador requiere una experiencia divinamente empoderada y educacionalmente planificada...