En el transcurso espiritual humano, el amor de Dios engendra en todo cristiano inclinaciones de tipo activo, contemplativo y solitario. Por consiguiente, todos queremos hacer obras buenas, ser receptivos a Dios y a ratos estar a solas con Dios. Seg?n va transcurriendo la vida, el amor de Dios suscita tambi?n en cada persona una atracci?n dominante hacia una de esas tres orientaciones, que con el tiempo la impele hacia el correspondiente estilo de...