La autoflagelaci n es la mala conciencia de la pasividad, y no es f cil superarla en un contexto en el que la pasividad es impuesta. Sin embargo, el reconocimiento pleno de la fuerza avasalladora de las circunstancias no puede paralizar la lucha por la b squeda de alternativas dignas. Se pretende mostrar, a lo largo del libro, que ese imaginario de Europa corresponde cada vez menos a la realidad; que los partidarios de gobierno nacional -de derecha...