A los 37 a os, cuando se embarc , ignoto, rumbo Par s, ya era demasiado tarde para librarse de todos los efectos culturales-existenciales que le hab a inoculado Buenos aires, ciudad que despierta en los m s sensibles una opresiva pulsi n hacia la melancol a, un entendimiento de lo que nos pasa como si fu ramos personajes de nuestras propias novelas y una oscilante lucidez. Julio Cort zar (1914-1984), sus cuentos, novelas, relatos y en especial el...