Jes s es lo suficientemente intrigante como una figura hist rica, pero es mucho m s que eso. Jes s el Mes as es la fuente de gracia y verdad, perd n y confrontaci n, poder, sabidur a y vida. No es de sorprenderse que el ap stol Pablo dijera: Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifest en su resurrecci n, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a l en su muerte. As espero alcanzar la resurrecci...