En el vasto cosmos, nuestras vidas no son m s que centelleantes luces de energ a que flotan a trav s del tejido del tiempo y el espacio. Desde el momento en que respiramos por primera vez, los cuerpos celestes que adornan los cielos imprimen sus firmas et reas en nosotros. Cada nacimiento est marcado por una alineaci n de estrellas y planetas, que forman una constelaci n radiante que moldea nuestros destinos. Y en ninguna parte es m s palpable esta...