El encargo: una entrega sin hacer preguntas. El problema: la curiosidad es un pecado capital. Una sencilla operaci n de recogida y entrega. Nada de preguntas, nada de cotillear en qu consiste el cargamento. Lo nico que hace falta es una nave discreta y una tripulaci n que pueda mantener a raya la imaginaci n y la conciencia hasta la entrega. El Mobius es el candidato perfecto, pero cuando los miembros de la tripulaci n no pueden...