" Cuando escribo estas l?neas, a finales del mes de mayo de 1927, cerca de mis sesenta y tres, y aqu?, en Hendaya, en la frontera misma, en mi nativo pa?s vasco, a la vista tant?lica de Fuenterrab?a, no puedo recordar sin un escalofr?o de congoja aquellas infernales ma?anas de mi soledad de Par?s, en el invierno, del verano de 1925, cuando en mi cuartito de la pensi?n del n?mero 2 de la rue Laperouse me consum?a devor?ndome al escribir el relato que...